Averigua cómo los buró de crédito resguardan tus datos personales
Averigua cómo los buró de crédito resguardan tus datos personales
De esta forma, la información que ofrece un buró de crédito puede ser utilizada como una herramienta para evitar el sobreendeudamiento y permite premiar a quienes tienen una historia de buen comportamiento de pagos.
¿Quieres saber cómo manejan los buró de crédito esta valiosa data?
Puntualmente en Perú, Ecuador y Chile, los buró de crédito operan de forma distinta dependiendo del país. Aquí te explicamos un poco más sobre su funcionamiento y el uso que le dan a los datos personales de las personas y empresas.
Perú: la confidencialidad es el centro del uso de datos personales
La ley en Perú identifica los datos personales crediticios como información de riesgo y la finalidad para los que se usan. Así, información de riesgo es aquella relacionada a obligaciones o antecedentes financieros, comerciales, tributarios, laborales, de seguros de una persona natural o jurídica que permita evaluar su solvencia económica vinculada principalmente a su capacidad y trayectoria de endeudamiento y pago. Estos datos pueden ser utilizados por personas naturales o jurídicas que requieren de estos para la toma de decisiones de negocio informada de cara al riesgo de la persona que está siendo evaluada.
Javier Mori, Director Legal de Equifax Perú y Ecuador, explica que, aunque para la prestación de los servicios por parte de las Centrales Privadas de Información de Riesgos - CEPIRS (Burós de Crédito) no se requiere consentimiento del titular de la información, ello no quiere decir que la información de riesgos sea pública o de libre circulación. Esta información debe ser accedida únicamente por las personas autorizadas para ello y para los fines indicados previamente, debiendo siempre mantener su confidencialidad.
Ecuador: la información se entrega solo con consentimiento del titular
El Código Orgánico Monetario y Financiero de Ecuador establece que los Burós de Información Crediticia prestan servicios que permiten contar con información de riesgos crediticios, que es información individualizada de las personas naturales y jurídicas respecto de las operaciones crediticias que se hayan contratado con las entidades del sistema financiero público y privado, así como de aquellas realizadas con las entidades del sector financiero popular y solidario, del sector comercial, telecomunicaciones y de otras instituciones en las que se registren obligaciones de pago. El servicio de referencias crediticias es aquel que permite a los usuarios del servicio identificar adecuadamente a una persona y evaluar su riesgo crediticio, determinar sus niveles de endeudamiento, solvencia económica, así como su capacidad de endeudamiento y pago de obligaciones. Estos datos pueden ser utilizados por personas naturales o jurídicas que requieren de éstos para la toma de decisiones de negocio informada de cara al riesgo de la persona que está siendo evaluada.
“Tanto el aporte de información como la consulta de información a un buró de información crediticia, requieren del consentimiento del titular de la información”, indica Mori, y agrega que esta información debe ser accedida únicamente por las personas autorizadas para ello y para los fines indicados previamente, debiendo siempre mantener su confidencialidad.
Chile: un historial construido sobre la base de morosidades y protestos
Los burós privados en Chile se construyen sobre la base de información “negativa”, esto es, información objetiva sobre protestos y morosidades. Lo anterior, conforme a lo dispuesto en la ley 19.628 sobre Protección de Datos de Carácter Personal. “En este aspecto la situación se aparta bastante de lo que ocurre en países con normativas de protección de datos más modernas donde se incluye tanto data negativa, protestos y morosidades, como positiva, la que muestra el comportamiento de pagos de una persona o empresas, en términos como los que se contienen en el archivo R04 administrado por la CMF y al que tienen acceso únicamente bancos, cooperativas de ahorro y crédito, emisores de tarjetas de crédito no bancarias, entre otras instituciones, pero que no es de acceso general”, explica Ignacio Bunster, Director Legal y de Asuntos Corporativos de Equifax.
En cuanto al origen de sus datos, éstos provienen de los propios aportantes, es decir, acreedores respecto de sus créditos vencidos y morosos, quienes pueden operar libremente con el buró de su preferencia; el Boletín Comercial de la Cámara de Comercio de Santiago, respecto de los documentos protestados y otros que conforme a la normativa vigente deben publicarse a través de dicha entidad; y la Dirección del Trabajo, respecto de la información contenida en el Boletín de Infractores a la Legislación Laboral y Previsional.
Respecto del uso de datos, Bunster señala que estos se resguardan adecuadamente y se les da un uso sumamente delicado. “Tanto desde dónde sacamos la información, hasta a quien se la pasamos y con qué finalidades se pueden usar, están dentro de los cuidados. Incluso, antes de entregarle la data a un potencial cliente, hacemos un estudio previo de su perfil. Además, les imponemos una serie de condiciones para que hagan buen uso de la información”, confirma.
Sobre la seguridad de los datos, los buró de crédito los guardan con mucho celo. “A nivel global tenemos más de 600 personas dedicadas exclusivamente a la seguridad de nuestros datos. Entendemos que es delicado porque es una radiografía completa de la persona”, dice Bunster.